No es para menos. Una gran alegría inunda Segur Park. El presidente que nos hizo gastar cantidades ingentes de dinero, con comisionistas millonarios, ha vendido su piso. Muchos o mejor dicho, casi la totalidad de propietarios brindaron ante su inminente partida. Es el causante del enfrentamiento entre vecinos de diferentes escaleras. Todo es una cuestión económica provocada por el exceso de gastos que promovió este presidente.
Hacemos un poco de historia:
En los años 2005-2008 tras la junta anual obligatoria se esconden otra serie de reuniones, entre presidentes, o de "comisión de obras" en las que no se levantan actas y que se decide cómo y en qué gastar a conveniencia de unos cuantos. En la práctica sencillamente se hacen obras y se pasan mensualidades, que todos pagamos religiosamente.
Con este presidente aparecieron las derramas millonarias que nos asolaron durante unos años. Fueron muchos millones que pagamos entre todos, sin beneficios reales. No es un problema de donde se invirtió, aunque todos sabemos que beneficiaron principalmente a la escalera G de la fase III, y el resto de las entradas de la calle Po.
Con obras mal hechas, como las terrazas sobrevuelo de parquing, con más goteras ahora que antes de la obra. Y las terrazas particulares rehechas sin necesidad y pagadas entre todos, siendo como son privativas y por tanto propiedad de sus usufructuarios. O las jardineras de la calle Po con las humedades que producen en el parquin tras modificar la estructura diseñada por el arquitecto en el momento de la construcción del edificio. Por otro lado hizo desaparer las plantas que embellecían la vista a las escaleras E y F (en la terraza comunitaria a esta fase, sobrevuelo parquing) construyendo en su lugar el "muro de los lamentos". Esto son solo unos cuantos ejemplos.
Por fin en el año 2008 su desaparición como presidente, viene provocada por un valiente propietario que lo demandó y llevó a juicio ante los multiples, incontrolados e injustificables gastos. El juicio se perdió, pero él ante la evidencia de los abusos cometidos se asusta, y al ver la demanda, dimite siendo consciente de las consecuencias de sus actos que posiblemente se le vienen encima, económica, legal y judicialmente, como responsable de tantos desmanes. Si los vecinos hubiesemos decidido no pagar lo que no se aprobó en junta, todos esos gastos hubiesen sido reembolsados por el bolsillo del presidente
Esperamos que una vez desaparecido el causante, desaparezcan también las rencillas entre escaleras.